“Un hombre de negro, seco y vacío de corazón, quiere deshacerse de viejos y tradicionales recuerdos, y para ello conmina y paga a un simple reciclador, pero de ahí la gran paradoja: este reciclador es un enamorado de lo sensible y queda maravillado con aquellos viejos recuerdos y, naturalmente, jamás se deshace de ellos. Todo lo contrario: las usa para curar el alma endurecida de aquel señor que al final decide seguir el mismo derrotero de su nuevo amigo el Reciclador.
"Creo que un dramaturgo debe andar con los ojos bien abiertos a su época y a su pueblo, y en eso Gerardo Potes merece un sincero reconocimiento...”
La anterior reseña es recortada de “Algo sobre El Reciclasueños”, escrita por el Maestro cubano JULIO CORDERO, Dramaturgo Cubano, Director de Teatro y Televisión.
