En un teatro de ultratumba los monstruos quieren cantar No lo podrán lograr si el público no retumba Ay qué pesar nos dan, los monstruos tan tiernos son Que se horrorizan cuando cantan los niños su canción. En un teatro de diversión los monstruos mueren de risa Mil ocurrencias sin prisa tiene el Ogro rezongón De leche llena su vaso el Vampiro y come pizza Frankenstein se muere por recuperar la voz Y Morticia lo embelesa con su baile de acordeón La Momia pasada de kilos saltando hace temblar El Hombre Lobo le aúlla a una luna de utilería Y el esqueleto rumbero baila hasta el otro día Ni los niños ni los grandes quieren dejar de bailar.
